lunes, enero 30, 2006

Trágame tierra...ya!!!!


sábado, enero 28, 2006

Un extraño sentimiento

El día estaba nublado. Me senté a fumar en aquella banca de su universidad donde solíamos encontrarnos. Me puse a pensar en ti, en nosotros...y me puse triste por lo que fué, por lo que pudo ser y no fué, por lo mal que terminó y porque no pude decirte adios...

Entonces la vi, al principio me costó trabajo reconocerla, pero cuando vi su mano izquierda no me quedó duda. Extrañas cicatrices surcaban su mano, igual que la mía...igual que la tuya alguna vez.
Me atreví a hablarle, ella supo quien era y contra toda lógica hablamos, después de tanto tiempo de rivalidad e inmerecido desprecio, logramos derribar el muro de silencio que de ti heredamos.
Fué una extraña sensación, un sentimiento indescriptible el verme como en el espejo de un pasado que duele y un presente que pudo haber sido peor. Hablar con alguien que entiende, en realidad con la única persona que puede comprender la magnitud de mi pérdida y el culpable alivio que trajo consigo. Con la única persona que puede afirmar que también sobrevivió a aquella tempestad que trajiste contigo, con la única persona que acaso te extrañe más que yo...y quizá sea también la única que aun suspira con nostalgia al recordarte.

Obviamente, hablamos de ti. De tus manías, de tu risa, de cuànto amaba yo tus manos y ella tus ojos, de lo hermosa que era tu voz, de lo bien que se estaba junto a ti al principio... posiblemente antes de que yo llegara...no sé.
Y después, hablamos de lo que no se olvida porque dejó huellas muy profundas...y otras tantas visibles màs de una vez. De los días que no fueron tan buenos, de la ansiedad, del dolor, de cómo lograste convertir el miedo en costumbre, cuando fue que dejamos de luchar y empezamos a callar?

Al final, me preguntó si aun te extrañaba. Le dije que si; que algunas veces al caminar por la calle veo algun rostro parecido al tuyo o reconozco tu olor entre la gente y cuando ésto pasa invariablemente mi corazón late sin control. Lo triste es que no sé si es emoción o miedo. También le dije que más de una vez me he sentido culpable por ti, por ustedes dos, porque puede ser que si yo no hubiese aparecido en tu vida aún estarías con ella...o por lo menos aún estarías.

Me dijo que sí te extraña, que desde que te fuiste, nadie la ha mirado como tu solías hacerlo... que no ha vuelto a amar y que no va ser feliz porque no podrá jamás dejarte ir. Que no va a encontrar sustituto para lo que fuiste en ella, que su vida no es la misma. Que ha dejado de esperar.

La sorpresa vino a mis ojos...la misma historia, contada por diferentes voces. Una opaca por el tiempo y las horas de llanto interminable; la otra desgarrada, titubeante, desacostumbrada ya a hablar de ti.

Y no pude evitar sentirme afortunada. Porque mi vida tampoco fué la misma sin ti, fué mejor. Porque después de ti vinieron tiempos mejores y abrí mis ojos y pude ver que con tan pocos años nadie debería de saber lo que yo de ti aprendí...porque nunca más he vuelto a temer, a callar, a perder como entonces. Porque descubrí la vida después de ti. Porque logré recuperar el tiempo perdido, la risa sincera y el brillo en los ojos. Porque la última vez que lloré como entonces fué cuando supe que no volverías más.

Después de aquel día, me sorprendí incontables noches escribiendo la misma frase en mi habitación, en las paredes, en los espejos..."Reclamo tu presencia, hermoso niño mío", no salía de mi cabeza, no podía dejar de sentirme culpable y desear que estuvieras a mi lado, aunque fuera a costa de todo cuanto era y poseía.
El tiempo se ha hecho cargo desde entonces, el tiempo y quienes vinieron con él...me enseñaron que a veces la distancia es saludable, que todo pasa por alguna razón y que en realidad estoy mejor así, sin ti. Y aunque no sea "feliz para siempre" seguramente pocos momentos no seràn mejores que cuando estabas tú.

Y ayer, finalmente, después de casi 3 años de extrañarte inútilmente, entendí que no voy a olvidar, pero he aprendido a vivir con éste sentimiento. He dejado de reclamar tu presencia que se hace cada día mas tenue, menos perceptible...como las marcas que veo todos los días en mi mano y ayer en otra temblorosa...triste, las mías solo están en la piel y desaparecerán algun dia, las de ella crecieron hasta adentro y dudo que con el tiempo dejen de doler.

Extraño sentimiento el que me embargó ayer al despedirme de quien siempre te amó más que yo y no logró retenerte...al darme cuenta de que todo cuanto es tuyo y persiste en mi, son estas viejas cicatrices que no volveràn a abrirse, que no volverán a sangrar, que han de borrarse inevitablemente al igual que el recuerdo de tus manos se empieza a confundir con todo lo demás.

Y finalmente, pude respirar tranquila al decirte adios, al decirle adios a ése niño de larguísimas pestañas...que quedó de ti en alguien más cuyos ojos siguen llenos de lágrimas.

miércoles, enero 25, 2006

5 extraños hàbitos

Hola, despuès de ser elegida por Fraskita, continúo la cadena de los 5 extraños hàbitos...¿prometen no reìrse? bueeeno, pero no rían demasiado fuerte que los escucho...va...

1.- Cuando entro a algún lugar repleto de gente, no conozco a la mayoría y no tengo parte en el programa (llàmese reunión o examen generacional) me entra la histeria de toda la gente que no me conoce viéndome al azar y tengo q buscar el lugar donde haya menos gente si estoy aconmpañada, si estoy sola igual pero ademas desordenarme el cabello mas de lo normal, ponerme mis enormes lentes de sol, abrir un libro y escuchar música hasta que entre al auditorio o lo que sea... oops, escrito parece como q tengo problemas jajaja

2. Mi arsenal de zapatos se reduce a tenis y sandalias descubertas y de piso porque tengo complejo de giganta (en realidad soy pequeña, mido alrededor de 1.64)

3. Temo irracionalmente a los artìculos de belleza, los sacacejas, enchinapestañas, tenazas, planchas para el cabello y demás me parecen más instrumentos de tortura que otra cosa...esto...tomará tiempo...apartados!!!
3.1.- Ok, esto es vergonzoso, desde hace más de un año uso mis dedos y kilos de acondicionador y desenredante para mantener mi cabello, o sea, no cepillos ni peines, me dan ñikis.
3.2.- Hasta la fecha, cada q tengo q peinarme para salir (cuando es realmente necesario) pido ayuda a mi compañera de casa, peinarme yo sola me ocasiona repentinos y muy temibles episodios de mal humor.
3.3.- A mis 19 años, necesito que alguna persona de mi entera confianza me saque la ceja, esto porque le temo a las pinzas y a que una desconocida me deje la ceja demasiado pequeña...jejeje

4. Pocas cosas me molestan, pero si alguien me toca la cara o el cabello con intenciones poco amistosas, me enfurezco al instante. Odio que los extraños por la calle me toquen el cabello, de verdad no lo soporto...aaaagggh

5. Mmmm q mas? ah si, suelo ser un poco maniática con los chicos que me gustan...evito en lo posible llamarlos por su nombre (Compañero, niño, amigo y wey hacen mi vida màs fàcil) y memorizo las placas de su coche :)

Y asì termina mi lista de 5 extraños hábitos, francamente dudo que sean todos, pero son los que de momento pude recordar...chispas, los leo y bueno... igual y es muy común.
De momento me despido, paso ésto a quien lo desee contestar...es muy divertido...jijiji
Se aceptan comentarios, sugerencias y líneas de ayuda jajaja
Buenas noches...nos vemos prontito.

viernes, enero 13, 2006

Hablemos

De mi, de ésta ausencia de mi
de esta soledad que dejaste en mi
de éstas ansias de tu piel en mi
de éste hastío, de éste cansancio
de éste no querer saber nada...
de mi

domingo, enero 08, 2006

Enséñame...

A ocultar la tristeza que asoma a mis ojos cuando llegas
A controlar el temblor de mis manos cada que las tuyas rozan mi piel
A gritar tu nombre con todas mis fuerzas, para ver si el viento se lo lleva

A callar, a detener las lágrimas, a levantarme a otro día de estar sin ti.

Curioso asunto éste vacío... tiene tu nombre

martes, enero 03, 2006

Lo que no digo

No sé por donde empezar, a veces me faltan las palabras; a decir verdad las palabras en si nunca faltan, las palabras correctas son las que me hacen lamentar su ausencia...

Sí, así soy yo, tienes razón cuando me calificas de parca y en ocasiones un tanto brusca, sé que no es fácil entender lo que escondo tras acertijos y palabras que muchas veces no forman frases tran atinadas o claras como debieran.

Pero no te confundas, que mi parquedad habitual no es sinónimo de indiferencia...y aunque realmente quisiera poder decirte aquemarropa más de una verdad que te dejaría en silencio, algo dentro de mi, quizá la huella del tiempo, me dice que es más seguro no cruzar a la otra orilla, allá donde los labios enuncian sin conflicto lo que antes pesara dentro, lo que encontrase refugio solo en páginas interminables que no habrás de leer.

No esperes a escucharlo de mi voz, por ahora los labios permanecerán mudos; pero si pones un poco de atención, si me miras con cautela podrás darte cuenta de que mi voz es más dulce al pronunciar tu nombre, al hablar contigo hasta de las cosas más pequeñas. Notarás que una sonrisa ocupa mis ojos cuando te veo llegar, que un suspiro asoma a cada momento de nuestra pequeña rutina. Verás que cierto es, que a pesar de todo, me delatan siempre el temblor de las manos y la mirada pendiente de un hilo tras de ti.

Estarás tranquilo entonces, amigo, al saber que sí...te quiero...con toda certeza más de lo que imaginas y muy probablemente más de lo que debiera.