miércoles, abril 28, 2010

Al espejo

Ensayo mi firme negativa, que más que a nadie ha de convencerme a mi.

De que no eres tu ni soy yo, es simplemente la necesidad de aferrase a alguien que haga más llevaderos los días lejos de todo lo que nos era querido.

Hoy no quiero creer que es el destino, que todo cuanto perdí se verá compensado con lo que ni es sueño ni es aún nada.

Dudo de todo, me convenzo de que tantas coincidencias son solo eso, producto de esa gran rueda sin orden ni concierto que no se cansa de dar vueltas a la que llamamos vida.

La consigna, hoy, es evitar cualquier gesto, cualquier roce que me empuje al precipicio que se antoja infinito...inmenso como tus manos, profundo como tu voz.

Aléjate, ya.