Nunca entendí

Cómo se verá mi mundo desde fuera. Las percepciones de aquellos ajenos a mi me son tan extrañas...
Las primeras impresiones siempre son distintas, por lo menos cuando se trata de mi.
Cómo puedo parecer tantas cosas que no soy y ser otras tantas que no parezco.
Apariencias, encuentros, impresiones, engaños involuntarios, desencuentros, despedidas, sorpresas gratas y horribles.
Miradas curiosas, risas histéricas, miedo, ternura, odio instantáneo, antipatía o total indiferencia.
A veces me asusta la clase de reacciones que suelo despertar. Me aterran las expectativas en mi después de unas cuantas miradas, y por supuesto, la decepción que sigue cuando logras ver más allá.
Y la contradicción que finalmente sale a la superficie.
Es cierto, soy una máquina de construir absurdos, y de destruir mucho más... es cierto, nada en mi tiene sentido.
Y aún así, no hay nada que desearía más que escuchar lo que piensas cuando me ves.
Aunque después resulte que eras más cruel de lo que me temía...y no, yo jamás voy a entenderte. Esto no es cuestión de tiempo, no es una carrera de resistencia. Habla claro, golpéame de una vez con la verdad, dime ahora que no era lo que tu creías. No intentes hacerlo más fácil endulzándolo con tus teorías, explicándome lo difícl que es para ti comprender mi manera de transitar por el mundo. Es un hecho que no puedes verlo a través de mis ojos.
Por favor, no trates, al caer la noche yo seguiré creyendo que nunca es tarde para tener una infancia feliz y tu mirada me anuncia que estoy frente a un final que no esperaba.
¿Sabes? De nada sirve un final feliz, da lo mismo, es otro adios que no pedí, que no planeé, que no quería escuchar.
Hoy, no tengo nada más para decirte. Quizá sería mejor volver a las tres de la tarde y la fiestecita. Quizá sería mejor no haber apostado desde un principio y quedarnos en lugar seguro.
O no habernos conocido, o no haber intentando buscar donde no había.
Palabras, las tuyas no podrán nunca lastimarme. En el fondo de mi lo único que escucho es lo mucho que te quiero.
Nos alejamos, nos equivocamos... y eso es todo lo que tristemente tengo hoy para decir, mientras bajo las manos y busco tus ojos.