viernes, noviembre 18, 2005

Lloviendo y con sol*

No, sutil premonición de lo que vendría. Un día gris, tus manos en las mías, tus manos en mi, tu frustración tan diferente de la mía. Alguien más, hay alguien más, de alguna manera siempre lo supe y no quise ver más allá de mis sueños. Te pensé demasiado, te construí paso a paso, con mis manos sedientas de luz. Quise hacer de ti el ancla al cual aferrar mis anhelos, imprudentemente reconocí en ti todo menos esa presencia que te ocupa, que te tiene como yo nunca podre tenerte, o retenerte...
No te fuiste, y tu voz se dulcifica y tu oido absorto escucha lo que yo no quiero...
Los mapas fueron inútiles, al final ,me doy cuenta de que por mucho que camine, inevitablemente mis pasos me llevan a la soledad, y estoy cansada. Y reprocho mi estupidez por no querer ver, por no querer escuchar otra cosa que no fueras tu, sólo tu. ¿Amigos? Quizá, si el tiempo nos sonríe. Por ahora, el vacío donde estaban mis sueños rotos. Por hoy, un vacío en el antiguo lugar de mi corazón. Hoy, terriblemente gris, no existo más que en pedazos en algún lugar, por haber corrido imprudentemente hacia éste espacio que, ahora lo veo con claridad, es la Nada.
Afuera, la vida sigue; adentro mis pies volverán a perseguir antiguos fantasmas, de vuelta al laberinto, hasta que alguien que no seas tú, tome mi mano y me muestre la salida. Nosotros, seguimos existiendo, seguimos siendo nosotros, aun con la certeza de que no habrá palabras que puedan enmendar lo que rompiste hoy, aún a sabiendas de que no habrá primeras veces. Seguirte sonriendo como antes, porque de cualquier manera permanecerás, pero habrá que encontrar una manera de mirarte con ojos que no vayan tras tus manos y tu voz. Tenerte junto a mi, sólo por que si. Por ahora, no me queda más que despedirme, con lágrimas en los ojos al escribir el final de una historia que nunca existió.

* Y tenía razón el espejo cuando me hablaba de ésta tendencia a dramatizar, por éstos días ya no se sabe si la que escribe se profetiza, curiosamente los sucesos de los últimos días traen consigo la sensación de haber escrito el guión ayer. ¿Será que debo dejar la melancolía de lado y empezar a escribir cosas felices? Quien sabe, por ahora, el desconcierto (gracias fraskita, esa era la palabra que buscaba desde hace algunos días) es la estrella.

2 Comments:

Blogger Odil Torrent said...

A ver, tantas cosas q decir.

Hasta hoy no estaba segura si lo que escribias era real o ficticio. Hoy ya lo se. Mi desconcierto disminuye. Coge mi mano y sal. No olvides, aprende de lo recordado.

Tus palabras, tu frases retumban en mi cabeza 'te pense demasiado', 'los mapas fueron inutiles' crees q obligarte a escribir cosas felices te hara sentir mejor? o simplemente caerás en el olvido de tu interior.
Escribe lo que sientas, y alejate para verlo con perspectiva.

Y sobre todo, por favor, sigue escribiendo.

8:52 a.m.  
Blogger Lolita said...

Mil gracias, de verdad hacía falta leer algo así, una posición totalmente objetiva (desde mi cabeza las cosas son mucho más dramáticas) Y bueno, seguimos aquí, escribiendo lo que salga y como salga porque ¿que voy a hacer si no? De repente me di cuenta de que esto de escribir se me ha vuelto un tanto necesario.

Saludos y un millón de gracias

3:23 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home